
En el sur del departamento de la Guajira a un costado del río Cesar, Gabriela junto a su familia pasaban las noches en las que se iba la luz, mirando los fenómenos meteorológicos y las estrellas que anuncian en la televisión. Lluvias de estrellas, eclipses y supuestos ovnis crearon su interés por el espacio y la ciencia ficción que ahora habita en sus pinturas.
Su obra recoge la estética del caribe colombiano, la gastronomía y el humor de sus juegos de palabras para crear piezas coloridas que bajo su belleza fantástica, tocan temas y problemáticas sociales presentes en el día a día de su comunidad. El plátano, símbolo indiscutible de la gastronomía, de los recursos del caribe y a su vez de la escasez económica de la región, es un símbolo recurrente en sus pinturas.
A sus 40 años, Gabriela abre una pregunta sobre quiénes son los que realmente se están abduciendo los recursos que a su alrededor abundan y por qué con tanta abundancia, tanta riqueza que se mina de las tierras de la Guajira y el Cesar, en las casas de la gente del común: plátano hay, pero plata no hay.
San Juan Cesar, La Guajira


Abducción 1 - de la serie Platos voladores
Acrílico sobre lienzo
50 x 50 cm

Adbucción 2- de la serie Platos voladores
Acrílico sobre lienzo
50 x 50 cm

Ey ! juancho pá donde se lo llevan? - de la serie Platos voladores
Acrílico sobre lienzo
50 x 50 cm

Patacones magnéticos - de la serie plátano hay, plata no hay
Acrílico sobre lienzo
50 x 50 cm

Ojo a la tajada de la serie plátano hay, plata no hay
Acrílico sobre lienzo
50 x 50 cm

La gota que rebosará el plátano ó esa gota va rebosar el plátano
Acrílico sobre lienzo
50 x 50 cm